El ecologismo forma parte del tinglado ideológico de la cuarta fase de la Revolución (de ese proceso que procura la erosión del orden natural creado por Dios). La puesta en cuestión de la misma es considerada como una ruptura con esos esquemas de corrección política que procuran proscribir la Verdad.
Por ello, toda voz que no tenga miedo a la mentira, al desafío de la “verdad oficial”, merece el más absoluto aplauso (da igual que insistan con representaciones de figuras sensacionalistas adolescentes como Greta Thurnberg). Este ha venido a ser el caso del Arzobispo de Cracovia, Marek Jedraszewski.
De acuerdo con la información publicada por el portal polaco PCH24, fue el tema principal de la Carta Pastoral para la Cuaresma de 2020, en la que comenzó advirtiendo de que el ecologismo era una forma de destrucción, por parte de Satanás, del vínculo entre el hombre y Dios.
Puntualizó que esta ideología reduce el valor del hombre, poniendo al planeta por encima de todo, mientras que la ideología de género hace que el ser humano se pueda superponer al orden natural. Recordó, de hecho, el atentado que supone contra la Divina Providencia.
En la misma también advirtió de que Polonia está espiritualmente «esclavizada por nuevas ideologías ateas y materialistas con raíces neomarxistas». Por esta razón hizo un llamamiento a la oración a deber de intensificarse en la Cuaresma.