Por MANUEL ANTONIO CANO

Cristo estableció el Reino de Dios a perpetuidad y unificó a la humanidad en torno a la Ley del amor. Su doctrina estableció la civilización actual y el único orden mundial que injerta una dirección divina. Sin embargo ello generó una nutrida enemistad con serias consecuencias; ha sido blanco de múltiples revoluciones, guerras y agresiones. A lo largo de la historia se han puesto de manifiesto hostiles luchas como el sionismo, el comunismo, revoluciones como la de Mao y la francesa, el fin del Imperio Astro Húngaro, la caída de los Zares y Reyes católicos, además de movimientos profundamente anticristianos como el feminismo y la masonería.

Esta oposición la enarbolan poderosos grupos llamados La Sociedad de los 300 ó Bildelbergs, Sionistas, CFRs, Open Society; familias Rotschild, Rockefeller, Gates, Morgan, Baruck, Duques de Edimburgo; la Corona Inglesa, la Holandesa, etc. Muchos de ellos son los mismos financistas de Hitler e incansablemente se esfuerzan desde hace 2 mil años en establecer otro orden mundial. Hoy pretenden imponer una dictadura global y para esto manejan la Agenda 2030 la cual contemplan desarrollarla en un plazo no mayor de 10 años. Ésta tiene una sed importante de exterminio físico y espiritual de las masas así como terminar con el concepto del alma y con la idea de Dios.

Su 1er objetivo es establecer el comunismo ateo disfrazado de socialismo; el mal siempre disfrazándose del bien, buscando desconectar al hombre de su fuente divina. Podemos confirmar plenamente que vendrá una gran crisis y ésta perdurará hasta que la gente ya no sea nada ni tenga nada y entonces acepten cualquier cosa. La falta fe en Dios será reemplazada por una tiranía pseudo científica, donde por medio de un instrumento muy eficaz llamado el miedo y con Ejércitos ó Guardias nacionales compuestos por soldados inmisericordes; personas frías, sin emociones y programables ya que serán los primeros en aplicárseles la vacuna contra el coronavirus, misma que portará un nano chip para el control mental ó trans humanismo, evitando así una posible rebelión. Parece exageración y fantasía pero esta será una triste realidad. Esa vacuna será el gran fraude hacia la esclavitud digital y conscientes o no, entregaremos nuestra dignidad y libertad.

Antiguamente los valores cristianos regían nuestra conciencia y nuestra ética; ahora el coeficiente intelectual de nuestra gente ha bajado tremendamente debido a los placeres, la música y las pelotas. Es hora de levantar bien nuestra mirada al cielo y detener esa maquinaria corrupta; somos nosotros los cristianos y la gente de buena voluntad los únicos que podemos hacerlo; nada ni nadie podrá detener el poder del Evangelio. Jamás podrán hacerlo los izquierdistas ya que ello es ser totalmente lo contrario…

Este artículo se publicó por primera vez en el diario El Sol de Parral.

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