En la República Argentina se promulgó la ley de la muerte, es decir, del aborto. La felicidad de los sectores implicados para que la ley se haga realidad, fue muy evidente.

La Secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, se manifestó de la siguiente manera: “Ya no tendremos muertes en abortos clandestinos. Habrá menos lesiones en la salud de las mujeres. Habrá menos perforaciones de útero. Habrá menos humillaciones, menos sufrimientos y esa reparación que hace hoy el Estado nos enorgullece profundamente”. Si querido lector, avergüéncese. Matar es un orgullo Nacional para la Argentina.

Desde Argentina, sumado a otros países de la región, movimientos sociales ‘anticolonialistas’, acusan a España de haber cometido un daño gravísimo contra los pueblos ‘originarios’. Se les sacó la identidad, se los esclavizó, los utilizaron en beneficio de la Corona. No se los respetó, ni siquiera en sus sistemas de creencias. Dicen eso y más… [Pamplinas, los gobiernos jamás ayudaron a esos pueblos, además les confiscan tierras]

Ahora que es ley el poder matar, ¿qué argumentos tendrían contra España?, si al promover la cultura de la muerte se hacen peores que aquellos que critican.

“Hemos alcanzado un derecho”, dicen quienes apoyan dicha ley. Sin embargo, lo que se ha alcanzado es algo aberrante, es un genocidio. Porque, una cosa es matar porque alguien se defiende de un atacante. O cuando un país entra en guerra con otro, porque, habrá muertes, pero en todo ‘justificadas’ por la guerra, o por defensa personal. ¿Pero matar por matar? Argentina se olvida de su raíz Cristiana, y del mandato Divino de: “no matarás”. Ahora es ley. Es decir, se justifica legalmente un asesinato. Es legal quitarle la vida a otro ser humano.

Se apunta a la salud de la mujer, como si lo que ella tuviera en su vientre fuera un cáncer, o algo peor que se puede extirpar. Se ha instaurado la locura, ya no se piensa, no se razona. Tras aprobar esta ley, ¿qué vendrá? ¿La eutanasia? Seguro que sí. ¿La pedofilia legal? Obviamente, porque ya no le dicen pedofilia, si no amor por los niños. ¿La eugenesia? Claro que sí, si ya con el aborto se puede matar a cualquier bebé, mucho más aún a uno que tiene problemas genéticos. ¿La zoofilia? Es lo que se viene, Canadá ya legalizó el sexo con animales. (Si, Usted lee bien)

Hay un frente anti-Dios que corre por la sangre de Argentina. Ellos, lo anti-Dios, anti-Cristianos, anti-todo-lo-religioso, están de fiesta, para que se cumpla la profecía de Jesús que dice: “Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?”

A no desesperar, que ya viene… Jesús, el Cristo, el Rey.

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