Se podría decir que, esencialmente hablando, desde que la Iglesia existe, este es un principio histórico, la gran lucha del adversario consiste en derrumbarla, no como se acostumbra a presentar toda la lucha de la Iglesia con el adversario que está fuera de ella y que intenta derrumbarla, sino es como un adversario que intenta entrar dentro de ella y derrumbarla desde dentro.
Es decir, todo adversario que surge contra la Iglesia, intenta primero infiltrarse y hacerle perder la identidad consigo misma. Y solo cuando el enemigo no consigue esa identidad, cuando ellos no consiguen que ella pierda la identidad consigo misma, y cuando ella los expulsa, es que ellos, en una operación que ya es prenunciativa de la derrota, comienzan a atacarla desde fuera. O sea, todo adversario nace dentro de la Iglesia y cuando la Iglesia lo lanza fuera, él está potencialmente derrotado. Puede tardar una hora, un día, un año o un siglo en morir, pero él está muerto. La prueba de eso está en el protestantismo.
Cualquiera que estudie con un poco de atención la historia del protestantismo sabe que la cosa no comenzó como se dice en los libros por simplificación, por supuesto legítima, que dicen: Lutero se levantó con tales proposiciones, León X le condenó. Da la impresión que Lutero sale de la Iglesia y comienza a insultar a la Iglesia desde fuera. Pero es exactamente lo contrario lo que pasó históricamente. Él desde dentro de la Iglesia comenzó a enseñar sus errores, como fraile agustino, queriendo permanecer dentro de la Iglesia y hubo una serie de polemistas que comenzaron a sustentar que era hereje.
Y la Santa Sede dormitando sobre el caso. León X diciendo que era una pelea entre frailes dominicos y agustinos, que el asunto no tenía importancia, hasta que llegó el momento en que le excomulgó. A partir de ese momento, el protestantismo aún se arrastró por varios lugares de Europa, pero potencialmente hablando, estaba liquidado. Eran los estertores, digamos, de un individuo adolescente y que enfermó mortalmente. Podría crecer un poco, pero a partir del momento en que la enfermedad mortal le alcanzó, él morirá y ese crecimiento no tiene importancia, está condenado a muerte.
Así también el protestantismo fue alcanzado en su adolescencia, creció un poco más, pero estaba muerto. La historia el protestantismo es la historia de una muerte, a partir del momento en que fue excomulgado, estertoró y murió. En el cuadro Lutero traduce la Biblia con otros heresiarcas.
Entonces hubo un intento conjunto de la cabeza de la serpiente de hacer vencer en el orden eclesiástico, por infiltración, un error, un conjunto de errores específicamente teológicos. Esos errores contenían veladamente la gnosis. El protestantismo como todas las herejías contenía ya en el fondo el caldo de cultura de todas las herejías, que es la gnosis, veladamente. Ese error venía acompañado de un movimiento para poner las conexiones culturales del error, es decir, el humanismo, las conexiones políticas del error, es decir, el laicismo, que restauraba el Estado romano pagano.
Este artículo se publicó originalmente en https://plineando.blogspot.com/
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