Connect with us

Hi, what are you looking for?

Tradición VivaTradición Viva

Religión

La humanidad ante la venida de Nuestro Señor Jesucristo

Sin Jesucristo la caída de Roma habría sido el colapso de Occidente.

La humanidad, antes de Jesucristo, se componía de dos categorías nítidamente diversas, los judíos y los gentiles. Aquellos, constituyendo el pueblo elegido, tenían la sinagoga, la ley, el templo y la promesa del Mesías. Estos últimos, dados a la idolatría, ignorantes de la ley, con falta de conocimiento de la religión verdadera, yacían a la sombra de la muerte, esperando sin saberlo, o movidos a veces por un secreto impulso, al Salvador que debería venir. Entre los gentiles, aún se podrían distinguir dos categorías: los romanos, dominadores del universo, y los pueblos que vivían bajo la autoridad del Imperio. Un análisis de la época en que ocurrió la venida del Mesías implica hacer el examen de la situación en que se encontraba cada una de estas fracciones de la humanidad.

Se habla mucho del valor militar de los romanos y del brillo de las conquistas que hicieron. Es obvio que hay mucho que admirar en ellos bajo este punto de vista. Pero una exacta ponderación de todas las circunstancias históricas nos obliga a reconocer que, si los romanos hicieron grandes conquistas, los pueblos que dominaron estaban en su mayor parte viejos y gastados, dominados por sus propios vicios, y por esto propensos a caer bajo el guante del primer adversario que se les opusiese. Afirmación ésta válida tanto para Grecia como para las naciones de Asia y África, excepción hecha tal vez de Cartago.

¿Qué es lo que había reducido a ese estado de debilidad a tantos pueblos, otrora dominadores y llenos de gloria? La corrupción moral. La trayectoria histórica de todos ellos es la misma. Al inicio, se encontraban en un estado semi primitivo, llevando una vida simple, dignificada por una cierta rectitud natural. De ella les viene la fuerza que les permite dominar a los vecinos y constituir un imperio. Pero con la gloria viene la riqueza, con la riqueza los placeres, y con éstos la disolución de costumbres. La disolución de costumbres trae a su vez la muerte de todas las virtudes, la decadencia social y política y la ruina del imperio.

Y así, uno después de otro, fueron apareciendo en el escenario histórico, creciendo hasta su pináculo y menguando, los grandes pueblos del Oriente. Todas las naciones civilizadas que Roma venció habían recorrido las diversas etapas de este ciclo. Ella misma las recorrió a su vez. Las virtudes familiares de la Roma de la realeza y de la República aristocrática le dieron la grandeza. Al final de la República, el lujo comenzó a depravar los caracteres y tuvo comienzo la decadencia. El Imperio, que es en su comienzo una magnífica puesta de sol, se transforma gradualmente en pardo crepúsculo sin gloria.

Fue en el momento en que Roma entraba en la fase aún áurea de esa ruta descendente, que Jesús nació.

Hasta entonces, cada nación civilizada pasaba el legado de su cultura al vencedor. Los persas, por ejemplo, se nutrieron de la cultura asirio babilónica y egipcia. Los griegos se nutrieron de la cultura egipcia y persa, los romanos de la cultura griega. Y así, caminando del Oriente hacia el Occidente, vino siendo transmitida la civilización. Extinta Roma, el legado de la civilización quedaría en manos de los bárbaros, en la imagen, pero la Historia prueba que, sin la participación de la Iglesia, ellos no se habrían civilizado con las invasiones, y así, sin Jesucristo la caída de Roma habría sido el colapso de Occidente. Con el ocaso de Roma, iniciado ya antes de Cristo, era todo Occidente que amenazaba con desplomarse. Era el fin de una cultura, de una civilización, de un ciclo histórico.

Puede leer:  Sobre la obligación de confesar públicamente la fe cristiana

COMPARTE:


EMBÁRCATE EN LA LUCHA CONTRARREVOLUCIONARIA: Si quieres defender la cristiandad y la hispanidad, envíanos tus artículos comentando la actualidad de tu país hispano, o colaboraciones sobre la fe católica y la cultura, así como reseñas de libros, artículos de opinión… Ya superamos las 12.000.000 de páginas vistas anualmente en todo el mundo, únete a nuestro equipo de voluntarios y difunde la verdad compartiendo en redes sociales, o remitiendo tus colaboraciones a redaccion@tradicionviva.es . Puedes seguirnos en Telegram: t.me/tradicionviva / Facebook: @editorial.tradicionalista / Twitter: @Tradicion_Viva / Youtube: youtube.com/c/tradicionvivaTv / Suscríbete a nuestro boletín digital gratuito, pulsa aquí.

TE NECESITAMOS: Somos un espacio de análisis lejos de los dogmas de la corrección política; puedes colaborar haciendo una DONACIÓN (pulsando aquí)

Written By

Click to comment

También puedes comentar con facebook:

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Nuestros libros

Boletín Gratuito

Reciba gratuitamente en tu correo la selección de artículos del editor.
Advertisement

DESTACADOS

Lo + leído

En Amazon

El nuevo orden mundial (NOM)

Historia del carlismo

Advertisement

Opinión

Habían pasado 100 años sin ser atendido el mandato del Corazón de Jesús al rey Luis XIV de consagrar Francia al Sagrado Corazón cuando...

Religión

La clemens, pia, dulcis Virgo Maria que el melifluo doctor San Bernardo cantó con tanta suavidad en la Salve Regina, nos es presentada por San Luis...

Opinión

En 1941 la opinión pública estadounidense estaba mayoritariamente en contra de la entrada de su país en la Segunda Guerra Mundial. No obstante, el...

Religión

Hoy es la fiesta de la Presentación de Nuestra Señora en el Templo que vemos en el cuadro de Tiziano. El fundamento teológico de...

Advertisement

Copyright © 2023. Creado por la Asociación Editorial Tradicionalista - redaccion@tradicionviva.es Revista de historia, actualidad y análisis tradicionalista. Editada en Madrid (Spain). Fundación: 2010. - ISSN 2253-8569 - Director: Carlos Pérez- Roldán Suanzes. Director honorario: Jose Antonio Pérez- Roldán y Rojas. TradicionViva.es un espacio de resistencia civil que pretende crear estados de opinión, análisis y debate en donde las imposiciones políticas no existen. Garantizar esta libertad de pensamiento depende de ti, querido lector. Por ello te pedimos que difundas nuestra publicación, y colabores remitiéndonos artículos y estudios que no tienen cabida en otros medios de comunicación.