Nunca he entendido por qué se permite a las izquierdas que siempre impongan sus criterios, aún gobernando con mayoría absoluta las derechas. El abuso viene de muchos años atrás, y como siempre, está auspiciado por la dejación de los que podríamos definir como “no progres”, que, en contra de lo que ellos se empeñan en propalar, no es gente retrógrada, rancia y obsoleta, sino personas que defienden la Patria, su tradición histórica y los valores morales que conforman al ser humano como personas que respetan a sus congéneres, las normas y las leyes establecidas en su país.
Bien pues estos que se dicen tolerantes, abiertos y liberales, que imponen sus criterios como si fueran dogma de fe, han inoculado en la sociedad el veneno de la desintegración familiar, la droga (nunca olvidaré cuando Tierno Galván, a la sazón Alcalde de Madrid, dirigiéndose a los jóvenes dijo aquello de: “Hay que colocarse” ̶ tomando o esnifando droga ̶ ; tanto se “colocaron” que desgració a multitud de jóvenes); el contrato familiar entre personas de ambos sexos que nos quieren imponer como matrimonio, o la aberración mayor que es impulsar como derecho la consideración antinatural de que una madre asesine a su propio hijo. Y al pobre infante al que permiten nacer, le machacan con una nefasta Ley de Educación, por la que cada vez aprenden menos y les deforman más. Hace tiempo quitaron la Filosofía, deduzco que por ser materia peligrosa que enseña a pensar, a deducir, a comprender…y últimamente suprimen las asignaturas artísticas: música, dibujo, pintura…En un plan diabólicamente perfecto encaminado a lograr una sociedad absolutamente borreguil e inane que superará a la sociedad animal que expuso Georges Orwell en su “Rebelión en la Granja”, y que recomiendo vivamente a quien no la haya leído) Se trata de una fábula mordaz sobre cómo el régimen soviético de José Stalin corrompe el socialismo. En la ficción de la novela un grupo de animales de una granja expulsa a los humanos tiranos y crea un sistema de gobierno propio que acaba convirtiéndose en otra tiranía brutal. Es una alegoría terrible de los regímenes soviéticos, y de las dictaduras en general, que nos obliga a reflexionar sobre las actitudes que mantienen. Una de las máximas propuesta por los animales en su rebelión, decía: Todos los animales son iguales. Al final reconocen: pero algunos animales son más iguales que otros… ¿les suena?
Bien, pues en España, como en otras partes del mundo, los pueblos se ven agitados por los tentáculos que una gran y temible sociedad, que se dice filantrópica, y cuyo fin es transformar y manejar el mundo a su antojo, para lo cual, van introduciendo sus ideas más o menos sibilinamente hasta conseguir que el público las asuma con naturalidad, aunque en el proceso transgredan los valores más elementales.
A lo largo del trayecto vital se manifiestan en los tres momentos característicos que van del nacimiento al fallecimiento.
Han conseguido introducir la demoníaca idea de que, no solo es bueno que no nazcan niños, sino que propugnan el reconocimiento del derecho de la madre a asesinar a su hijo (a la otra mitad, que es el padre, ni siquiera se le reconoce su derecho a oponerse). Ellos le llaman “interrupción voluntaria del embarazo”; un eufemismo que trata de encubrir una burda mentira que no sé a quién puede convencer, porque Vds. como yo saben que la gestación no se puede retomar como si dieras al interruptor de la luz. Curiosamente en esa manipulación de la gente, organizan campañas manifestándose preocupadísimos por los niños de la India o por los de África, donde tantos mueren, sea por desnutrición, hambre o los vándalos yihadistas, para después, en una más de sus muchas incongruencias, apoyar el aborto por el cual, millones de nasciturus son deliberadamente eliminados en un acto que no solo consideran como una liberación y avance por aquellas que se llaman sociedades cultas, sino que pretenden imponernos a los demás que aceptemos esa barbarie.
Al niño que permiten nacer le montaron la asignatura de “Educación para la ciudadanía”, especialmente dedicada a subvertir la moral sexual de los niños. Marina Geli, médico, madre y consejera de Salud catalana, patrocinó una web, sucia y sórdida, en la que invitaba a niños y adolescentes a prácticas sexuales aberrantes con adultos. Eduardo García Serrano, en el ejercicio de su libertad, protestó de manera contundente ante las cámaras de Intereconomía TV. Bien, pues ya han puesto precio a esa libertad de indignación: asciende a 18.000 €. No se puede protestar porque adoctrinen y maleen a los niños instruyéndoles para que desarrollen sus más bajos instintos; se basan para ello en el ejercicio de su libertad, esa que a los demás niegan para defender sus propios valores. ¿Por qué el Defensor del Menor no actúa en casos así en los que se ofende la formación del niño y en cambio la que se dice Justicia actúa a favor de la propagadora del mal? ¿En virtud de qué razón tenemos que asumir sus diktats, o quizás, teniendo en cuenta sus líneas ideológicas, sería mejor decir ukases?[1]
Surge un nuevo debate ante la posibilidad de recibir clase de Religión católica aquellos niños cuyos padres así lo soliciten (BOE 47 de 24 de febrero de 2015). Sin embargo, habían aplaudido gozosamente la disposición que publicó el currículo del área de Enseñanza de Religión Islámica de Educación Primaria (BOE 299 de 11 de diciembre de 2014). Estoy convencida de que dado su hedonismo, en realidad no considera ninguna de las religiones, solo practican la de su propio yo, pero arrastrados por lo que entienden por modernismo y progresía, les lleva a querer para España la religión de sociedades dictatoriales, anarquistas, iconoclastas y ancladas en la Edad Media como es el islamismo, cada vez más radicalizado por influencia de sus propios jefes religiosos.
El mismo grupo que consigue introducir sus ideas más o menos sibilinamente, lleva un tiempo tratando de convencernos de la bondad de matarnos (dulcemente, eso sí), es decir, practicar la eutanasia que es la “acción de provocar la muerte a un enfermo incurable para evitarle mayores sufrimientos físicos y psíquicos”. Ya existe una asociación a nivel federal la AFDMD, cuyos objetivos, dicen, es ayudar a morir dignamente. Tengo mis dudas: en una nación arruinada, con cada vez más personas cobrando de la Seguridad Social, cuyas arcas están exhaustas, resulta muy tentador (y más en una sociedad falta de valores morales), atraerles hacia esa “solución final” que tan ampliamente utilizaron los regímenes dictatoriales. Por si acaso, convendrá saber que Podemos dice proponer como responsable de la sanidad madrileña al célebre doctor Montes, quien ya se vio metido en problemas judiciales por haberla practicado. Respecto a este tema se ha manifestado, el doctor Armando García Querol, co-fundador y director del Hospital San Camilo de Buenos Aires (Argentina) con una gran experiencia en el sector de los cuidados paliativos, quien asegura que la eutanasia es una ofensa para la medicina.
Hablemos de una imposición más como es su afán iconoclasta con todo aquello que no les satisface. En España hemos sufrido a lo largo de los siglos la furia de los destructores de imágenes. La más reciente durante la guerra civil, cuando, cual yihadistas, destruyeron ornamentos, objetos religiosos, pinturas e imágenes (excepto los que robaron, por ser más fácil su transporte, ̶ incluida la magnífica colección de monedas antiguas que guardaba el Museo Arqueológico Nacional ̶ ) Los templos y monasterios al no poder llevárselos, fueron destruidos. No es cosa pasada; tenemos ejemplos recientes de nuevos ataques a iglesias.
Últimamente han conseguido que la magnífica escultura de Juan Pablo II, realizada por Juan de Ávalos a iniciativa del grupo Intereconomía y con aportación popular, desaparezca de su lugar en el Paseo de la Castellana. Al parecer era vital ese espacio para una salida del aire acondicionado del edificio ahora propiedad de Mutua Madrileña en cuyos jardines se ubicaba mientras en el inmueble estuvo instalado dicho grupo de comunicación.
Me da envidia conocer la reacción de los checos ante barbaries similares. Una turba de anarquistas y socialistas destruyó en 1918 la columna con una imagen de la Inmaculada que estaba en el centro de Praga que había sido construida por la ciudad para agradecer a la Virgen su protección contra los ejércitos suecos en el siglo XVII. El nacionalismo checo de izquierdas, primero, y después la persecución anticatólica del régimen comunista tras la Segunda Guerra Mundial impidió que se volviera a erigir el monumento. Retomar la idea de levantar la imagen de la Virgen es todo un símbolo en la República Checa. En el siglo XIX, los nacionalistas checos la asociaron políticamente como un símbolo de la monarquía Habsburgo, al unir lo protestante y anticatólico con el independentismo checo. De hecho, en 1915, construyeron cerca de la columna de la Virgen otra estatua, en este caso del líder Jan Hus[2], que nunca fue destruida.
Pero como recuerda Václav Dajbych, de la Sociedad para la Renovación de la Columna Mariana, la imagen no había sido una imposición de políticos austriacos sino fruto de la devoción de los praguenses. Ahora una asociación ciudadana va a conseguir que la Virgen vuelva a su lugar, aunque sea con la oposición de la Iglesia evangélica local… y del Partido Comunista, que no está especialmente arrepentido de décadas de persecución sangrienta y expolio a las iglesias.
Ese frenesí iconoclasta consustancial a esta ideología, no es exclusivamente religioso. Lo dirigen también contra aquellos que consideran adversarios hacia los cuales cargan con todas las furias del averno, quizás para compensar las ocultaciones que hacen de la actuación de los suyos.
La sangría que ellos produjeron fue frenada por Franco y sus generales al levantarse en armas contra la peligrosa deriva estalinista que estaban introduciendo en España y ganar la guerra defendiendo a España en sus bienes y sus hombres (cientos de miles, incluso niños, fueron sacados de sus casas y asesinados). No se lo perdonan y como no pudieron con él en vida, se vengan retirando su imagen en toda España, sus emblemas, sus estatuas (pensando, estúpidamente, que con ello cambiarán la Historia). Aseguran que las retiran, porque:
“Quienes lucharon contra la dictadura desde su comienzo hasta su terminación merecen no sólo respeto, sino también admiración y apoyo. Por eso es inaudito que las víctimas del franquismo, quienes han sufrido torturas e interminables años de cárcel tengan que sufrir la humillación de pasar diariamente por delante de los símbolos franquistas y comprobar que están en los mismos sitios, como en los tiempos en los que el sádico general regía con mano despótica los destinos del Estado. Los hijos y familiares de los cientos de miles de fusilados no merecen semejante oprobio”[3]
Por eso, porque se sentían tan seguros de su razón retiraron, con nocturnidad y alevosía, la que se encontraba en la plaza de San Juan de la Cruz. La ex vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseguró que la retirada de la última estatua de Franco en Madrid había sido “un acto de normalidad democrática”, ya que su presencia no contaba con el “amplísimo consenso” que requiere un símbolo de esas características. Para la vicepresidenta, “las estatuas son, en definitiva, símbolos que representan homenajes de los ciudadanos a otros conciudadanos”, y por tanto “lo lógico es que, para permanecer como representación de esos homenajes, deben suscitar un amplísimo consenso“. Es este un magnífico ejemplo del dominio de las izquierdas sobre el resto de la sociedad española que no comparten sus ideas porque estos también son hijos y familiares de los cientos de miles de inocentes y no combatientes, la mayoría sometidos a tortura en sus terribles checas y después asesinados, quemados o tirados a pozos, ríos, pantanos y al mar atados con cuerdas y cadenas, siempre tratando de ocultar los crímenes que cometieron los personajes representados a pocos metros de la estatua de Franco. Una de ellas es la realizada por Pablo Serrano, lástima que reproduzca la efigie de Indalecio Prieto, aquél demócrata que en plena sesión de las Cortes, amenazó a compañeros disidentes a punta de pistola[4], hecho oportunamente silenciado. Posteriormente, el 13 de julio de 1936, su guardaespaldas, Luis Cuenca, fue el encargado de asesinar al varias veces amenazado en el mismo Congreso, José Calvo Sotelo.
A pocos metros, otra escultura, ésta levantada en honor del “Lenin español”, Francisco Largo Caballero. Se hartan las izquierdas en hacer recaer la responsabilidad de la guerra civil sobre Franco y sus generales, ocultando la que tuvo, entre otros, este personaje que jamás ocultó sus objetivos:
“Nuestra aspiración es la conquista del poder… ¿Procedimiento? ¡El que podamos emplear!… Parece natural que se aprovechase ahora la ocasión para inutilizar a la clase reaccionaria, para que no pudiera ya levantar cabeza”.[5]
“Quiero decirles a las derechas que si triunfamos colaboraremos con nuestros aliados; pero si triunfan las derechas nuestra labor habrá de ser doble, colaborar con nuestros aliados dentro de la legalidad, pero tendremos que ir a la Guerra Civil declarada. Que no digan que nosotros decimos las cosas por decirlas, que nosotros lo realizamos”.
“Cuando el Frente Popular se derrumbe ̶ -anunció ̶ como se derrumbará sin duda, el triunfo del proletariado será indiscutible. Entonces estableceremos la dictadura del proletariado, lo que… quiere decir la represión… de las clases capitalistas y burguesas”.[6] Por cierto que su estrecho colaborador Ángel Galarza Gago, fue quien hizo famosa la frase: “matar…matar, seguir matando hasta que el cansancio impida matar más………..más vale fusilar de más que de menos”.
Me gustaría que alguien me explicara por qué aquellos que no participan de las ideas de izquierda, no pueden sentirse dolidos por semejante homenaje a estos individuos y, sin embargo, no solo son resarcidos de ninguna manera, sino que no pueden hacer nada ante la “apisonadora” de esta parte de la sociedad que impunemente menosprecia el artículo 14 de la Constitución.
Lo mismo ocurre con los símbolos. Desairar e insultar el himno y la bandera nacional se ha convertido en signo de progresía y avance, al tiempo que exhiben sin ningún pudor la de la II República con escudo de corona almenada. No solo la portan esporádicamente en manifestaciones a las que nos tienen acostumbrados, sino que ya se atreven a ondearlas orgullosamente en algunos balcones como, por ejemplo, en el nº 80 de la calle Atocha en Madrid. Hace un mes en la calle Arenal había un señor con un tenderete vendiendo medallas, postales y banderitas con el escudo del águila de San Juan. A modo de telón de fondo tenía una bandera de esas características. Al poco tiempo llegó la policía y le desalojaron, alegando que era inconstitucional, sin embargo, la republicana, mucho más inconstitucional, sigue colgada impunemente en la calle Atocha. Las izquierdas continúan su estrategia de seguir imponiendo sus criterios hasta conseguir su aceptación por una sociedad cada vez más pasota en la defensa de los valores patrios.
La última tontería que han realizado es el intento de ridiculizar a Albert Rivera porque han descubierto una fotografía de hace años en las que aparece con el saludo del brazo en alto. Le han puesto como no digan dueñas: nazi, fascista ha sido lo más suave, pero ¿cómo se atreven, teniendo en cuenta que ellos se pasean saludando al dos por tres con el puño en alto ondeando banderas rojas con la hoz y el martillo, sin que nadie les llame y menos, acuse de extrema izquierda radical? Pues se atreven porque todos los gobiernos se lo han consentido. Las izquierdas por descontado, pero ¿y las derechas? Acusadas a la mínima ocasión de fascistas y neonazis, tratan de pasar de puntillas por la historia sin percatarse de que se han vuelto muy maricomplejines.
Aquí no hay ya una opción política fuerte que se distinga por su defensa de la propiedad y la libertad, de la defensa de la ley y el Estado de Derecho, la unidad y sus símbolos y las instituciones, el respeto a la tradición y el culto a la historia común, de la libertad religiosa, del derecho a la vida, los fundamentos judeocristianos, culturales y de civilización, libertad económica y guerra a la fiscalidad abusiva, fin del despilfarro y racionalización de la administración y territorialidad, defensa de la libertad de educación y de los derechos inalienables del individuo y un compromiso inequívoco en la defensa occidental.
No lo hay. Al menos en el Parlamento. Al menos de momento. El ridículo complejo del franquismo les tiene paralizadas las meninges. Cuando no es pensamiento débil es puro miedo. Ni para pedir el voto se atreve ya el PP a hablar de la derecha. De esos millones de españoles que siempre respondieron a las promesas de hacer política de derechas. Con dos mayorías absolutas en poco más de una década[7].
De los dirigentes políticos, a los únicos que les he oído decir sin ningún complejo, que son un partido de derechas son Santiago Abascal que lidera VOX el partido desgajado del PP y Rafael López-Diéguez de AES.
[1] Ukase: Una proclamación autoritaria; un edicto, en especial decretado por un zar ruso o cualquier dictador Por extensión se denomina así a las órdenes o proclamaciones absolutistas.
[2] Jan Hus: (Husinec, Bohemia, 1369 – Constanza, 1415) Estudió Teología y Artes en la Universidad de Praga y se ordenó sacerdote (1400). En 1402 fue nombrado rector de la Universidad, apoyado por el sentimiento particularista checo frente a la dominación germánica. Bajo la influencia del hereje inglés John Wycliffe, Hus empezó desde 1405 a predicar contra la excesiva riqueza de la Iglesia y la inmoralidad del clero, reclamando la vuelta a la pureza del mensaje evangélico, la predicación en la lengua checa que podía entender el pueblo y la comunión bajo las dos especies. Su influencia se vio acrecentada por la crisis en que se hallaba sumida la Iglesia de Roma por el «Cisma de Occidente», así como por la reacción nacionalista checa contra la minoría alemana (iniciada con la lucha por el control de la Universidad de Praga). Se negó a retractarse de sus ideas y fue quemado en la hoguera por orden del emperador. El nuevo papa, Martín V, condenó la doctrina husita en su bula Inter Cunctas (1418). Pero la muerte de Hus le convirtió en un héroe nacional para los checos; cuando Segismundo intentó proclamarse rey de Bohemia, estalló una revuelta de los husitas, que controlaron la mayor parte del país entre 1419 y 1478, realizando incursiones hasta Núremberg, Sajonia, Brandenburgo, Danzig y el norte de Austria.
[3] Izquierda Castellana (IzCa) es un movimiento liderado por Doris Benegas como partido político de extrema izquierda fundado en 2002. Centrado en la reivindicación nacional de Castilla (una nación que estaría formada por las actuales comunidades autónomas de Cantabria, Castilla y León, Madrid, La Rioja y Castilla –La Mancha. Como movimiento revolucionario que es vuelve a reivindicar las que llaman “Marchas de la Dignidad” contra Madrid, marchas que, en definitiva, son movimientos revolucionarios que tratan de desestabilizar la nación española, como pidió Zapatero recordando las instrucciones dadas por los masones ya, desde tiempos del exilio de quien fue Presidente de la II República, Diego Martínez Barrio, Gran Maestre del Gran Oriente Español, en 1931 masón del grado 33.
[4] Se celebraba una Sesión parlamentaria en el Congreso de los Diputados del 4 de julio de 1934.El tema que se debatía era de enjundia y afectaba a la actitud de rebeldía de la Generalidad de Cataluña frente al Gobierno de Madrid.
[5] El Socialista, 13-01-1936. En el cine Europa.
[6] H. Thomas, La guerra civil española, Grijalbo, Barcelona, 1976, p. 203 recoge el discurso en Cádiz el 24-05-1936, tras la victoria del Frente Popular, al que pertenecía el PSOE. El Socialista, 26-05-1936.
[7] Hermann Tertsch: “La derecha vilipendiada” en La Verdad Ofende