“Me encuentro ante un dilema: hablar a carlistas. Dilema grande porque se me presenta por delante toda la épica del Carlismo: los mártires, la autenticidad del pueblo y sus reyes, la épica, los cuadros de Ferrer Dalmau… Tendría muchas razones para hablar como Valle-Inclán: hablar de hechos épicos de todo tipo, de catedrales góticas…
Pero tengo que hacer un discurso práctico, es decir, realista. Quizás a alguno le puedan defraudar mis palabras, ante el deseo que todos tenemos de admirar la grandeza. La Junta de Gobierno de la Comunión Tradicionalista Carlista no es un grupo alejado del mundo.
En estos meses preelectorales, hay gente que advierte que vienen las elecciones generales, y dicen: “hay que hacer algo, una coalición”… Pero es paradójico comprobar que nosotros, los idealistas, los Quijotes, hemos sido hasta ahora los más realistas, los sensatos, los prácticos.
Digamos que si las elecciones son ocasión para trabajar, eso puede hacerse cualquier día del año. Si no podemos lanzar discursos, y si no podemos lanzar nada electoralmente por carecer los instrumentos de poder y un ambiente receptivo entre los españoles, ¿qué hacemos? Lo que vamos a hacer son campañas breves y exitosas.
Digamos que la CTC no es un lugar para impacientes, un lugar para labrarse una carrera práctica. Esto es a modo de una travesía en el desierto. En la vida cada cual debe apechugar con lo que tiene y buscar nuevos medios. La CTC va a cumplir 30 años desde 1986. (En sus fechas continúa directamente el Carlismo más que centenario así como la tradición milenaria de España). Hace un año celebramos nuestro duodécimo Congreso de la Comunión Carlista. Hacemos cosas, pero tal y como se encuentra todo hasta en el ámbito mundial, no conseguimos ese incendio, ese crecimiento, algo con lo que por ahora pudiésemos orgullecernos plenamente.
Nuestra Junta de Gobierno es, por explicarlo gráficamente, como una Junta de vecinos. Somos respetables padres de familia. Nuestra épica es tener una vida ordinaria, trabajar todo lo que podemos y pasar el testigo a los siguientes. Por eso, debo pediros paciencia, calma, humildad y realismo. (Aplausos).
Seamos alegres. Si hay algo que salvar del Carlismo, quizás tengamos que salvar nuestras canciones. (El cancionero expresa la vida que se vive en realidad y que muestra que no es está muerto sino bien vivo, que se trabaja y que se curra con una gran esperanza). Tenemos que tener la vista larga: redes sociales, familia, familias españolas que resistirán al Gobierno venga de donde venga, cuidar y organizar la juventud. Pues bien, como estamos empeñados, pongámonos a ello”Os pido también que tengáis constancia y perseverancia en todo lo que hagáis. Tenemos que reivindicar un tipo diferente de política. La política tranquila tiene que ver mucho con el bien común, que es donde se debe poner la vista. Debe tener la vista puesta en las generaciones pasadas, esperar y trabajar mientras se va haciendo el cocido. Perseverancia no es dar un paso atrás. Confío en que ya estamos haciendo algo por el bien de España. Hay que trabajar a largo plazo por cosas que quizás no veamos. “Los requetés, los católicos prácticos, lo que salvaron a España., los tengo muy en el corazón y os bendigo” (Pío XII) (Ovación).