Plataforma Editorial nos presente una cuidada selección de artículos de Stefan Zweig con una característica común: su actualidad.
La edición, a cargo de José Aníbal Campos, recoge siete artículos breves elaborados por Zweig en la primera mitad del siglo XX (de 1909 a 1935) en los que trata diversos aspectos de la decadente sociedad europea (decadencia que se certificó en 1918 con el fin de la Gran Guerra que aupó a los Estados Unidos al liderazgo internacional y fue el semillero de la URSS).
De entre los textos reunidos es necesario destacar tres de ellos por su especial actualidad y acierto en el tratamiento.
En “las cosas cautivas” Zweig denuncia, a raíz de la Exposición Universal de Bruselas de 1910, uno de los mayores males que inadvertidamente se le planteaba al hombre occidental del siglo XX, y que todavía hoy no ha sido resuelto: el consumismo y la tecnificación de la sociedad. Efectivamente, Zweig nos describe una exposición universal llena de adelantos pero carente de espíritu; el hombre occidental atrapado por la idea de progreso empieza desde en siglo XX una desenfrenada carrera por la novedad, que aún hoy no ha cesado, y que entonces como ahora produce desazón y frustración.
En “la monotonización del mundo” Zweig nos anticipa los nefastos efectos de la globalización. Lo que él describe como americanización de Europa es lo que hoy llamaríamos globalización. Una americanización llevada a cabo no por principios altruista sino por criterios comerciales: la conversión de todo el mundo en un mercado único donde los gustos particulares de cada país, región o cultura desaparecen y se diluyen en un único gusto universal que hace posible un mercado universal a escala donde el mismo producto es consumido en cualquier parte del mundo, en donde las modas, los trajes, los libros, el cine, e incluso la comida, se consumen indiscriminadamente en cualquier parte del globo. La finura intelectual de Zweig le permitió anticipar con décadas de antelación la desaparición de la diferencia, y la imposición de la igualdad. Ahora bien, Zweig se quedó corto, pues asistimos en la actualidad no solo a la desaparición de las diferencias regionales, y a la igualación de las culturas, sino que también asistimos atónitos a la igualdad total de los sexos, no a la igualdad de derechos, sino a la indiferenciación sexual, en donde hombres y mujeres (y los diez mil géneros que algunos se han inventado) tienen la obligación de tener iguales gustos, iguales necesidad e iguales apetencias; Zweig no pudo anticipar que en la sociedad actual cualquier diferencia es considerada como un delito.
Pero sin duda alguna el artículo más esclarecedor es el titulado “la desintoxicación moral de Europa”, en el que el autor austriaco se muestra como un auténtico europeísta propugnando una Europa unida, pero fundamentando la unión no en la economía o en la política (como actualmente sucede con la Unión Europea), sino fundamentando la unión en la cultura, en el saber. Para Zweig Europa es una creación de 2.000 años que merece la pena ser conservada e impulsada. Aunque Zweig hace coincidir el nacimiento de la idea europea con el cristianismo (2.000 años) sin embargo que nadie se engañe y trate de buscar en el texto alguna cita del cristianismo como argamasa de la idea europea; es precisamente esa ausencia de referencias cristianas el único reproche que se puede realizar al gran Zweig. Para el la unión de los países europeas hay que buscarla en la tradición cultural común, sin referencia alguna a conceptos religiosos. El autor austriaco se anticipa a lo que hoy conocemos como el “programa Erasmus”, pues defiende la necesidad de fomentar entre los estudiantes universitarios la posibilidad de realizar parte de sus estudios en el resto de los países europeos facilitando la convalidación de los estudios realizados fuera de país del propio estudiante. Zweig justifica la primera Guerra Mundial en el desconocimiento y recelo entre los principales países europeos, que desde finales del siglo XIX apostaron por defender las diferentes nacionalidades en lugar de defender la idea de una Europa desarrollado que había sido capaz convertirse a lo largo de los siglos en el centro del mundo precisamente por su ciencia y cultura. Lo que calla Zweig es lo que muchos intelectuales vienen defendiendo desde el siglo XVI, a saber: que no es posible concebir Europa fuera del cristianismo, y que si un día Europa pudo imponerse al resto del mundo fue precisamente por el impulso de la libertad y el progreso realizado por la iglesia católica. Precisamente la división entre los cristianos fue el germen que posibilitó el nacimiento de los nacionalismos en el siglo XIX y a la postre supuso el germen de ambas guerras mundiales.
Plataforma Editorial con la publicación de “la desintoxicación moral de Europa y otros escritos políticos” da la ocasión a todo lector inteligente de replantearse los grandes temas de actualidad: el consumismo, la globalización, y la muerte del concepto cultural europeo.
Datos de la obra:
Autor: Stefan Zweig
Editorial: Plataforma Editorial, Barcelona, 2017.
Traducción: José Aníbal Campos
ISBN: 978-84-17114-14-5
Páginas: 122
Precio: 14,00 €
Compra del libro en web del editor: http://www.plataformaeditorial.com/libro/6081-la-desintoxicacion-moral-de-europa-y-otros-escritos-politicos-