(Aciprensa.com)- Amplio rechazo ha causado la muerte de un bebé de 22 semanas de gestación en la provincia de Salta (Argentina), cuya joven madre habría pedido el aborto, pero luego se arrepintió.
“Justicia por Milagros”, “justicia por la bebé asesinada en Tartagal”, “detengamos esta masacre”, son algunas de las expresiones difundidas en las redes sociales y en el lugar donde murió la bebé a causa del aborto.
La joven madre de 21 años, que vive con la familia de su tío en Salvador Mazza, acudió el 24 de agosto al Hospital Juan Domingo Perón de Tartagal para solicitar el aborto de su bebé de 22 semanas y dos días de gestación.
El médico que la atendió se comunicó con el tío para explicarle que era objetor de conciencia, pero no así otros colegas del centro médico. “Hablá con la chica y contenela, no permitas ese aborto porque también es un riesgo para ella», explicó el tío al diario El Tribuno.
El tío se comunicó con la directora de la Niñez del municipio de Salvador Mazza, Claudia Subelza. Y en el intertanto, logró conversar por teléfono con la joven.
La joven aceptó tener el bebé y evaluar darlo en adopción, pero también advirtió al tío que una doctora ya le había dado pastillas abortivas y que tenía que quedarse en observación.
Horas después la joven lo llamó para comunicarle que la llevaban al pabellón.
Claudia Subelza comentó al mismo diario que se comunicó con el director del hospital, Santiago Payo. Sin embargo, él insistió en que la ley los ampara y que la joven tomó la decisión con plena facultad.
Subelza logró la intervención de una jueza, pero no pudo evitar la práctica. Luego de conversar con la joven y saber de su arrepentimiento le aconsejó no tomar más pastillas. Sin embargo, horas después la joven relató a la directora de la Niñez que la médico “no me hizo caso y me hizo abortar”.
El fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal, Gonzalo Ariel Vega, ordenó el 3 de septiembre la detención de la médico que intervino en el aborto, Miranda Ruiz, por el delito de aborto contemplado en el artículo 85 del Código Penal.
Los responsables de un aborto sin consentimiento de la madre pueden recibir de 3 a 10 años de prisión. La pena también puede ser de entre 3 meses a 1 año si la práctica abortiva es luego de la semana 14 de gestación, sin causales permitidas.
La ley del aborto vigente desde el 15 de enero de 2021 permite que las mujeres accedan a la práctica hasta la semana 14 de gestación, sin establecer causal alguna.
Fuera de ese plazo, el aborto está permitido solo si el embarazo es producto de una violación o si está en peligro la vida o la salud integral de la mujer.
El abogado defensor de la médico logró su libertad pero debe presentarse semanalmente en la Fiscalía Penal mientras dure la investigación.
En tanto, a través de un comunicado el 4 de septiembre, la Directora Nacional de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud, Valeria Isla, dijo confiar y apoyar a los profesionales de la salud “que se capacitan y trabajan garantizando el acceso” al aborto y posaborto, “respetuosas y respetuosos de la ley, de los derechos y de la autonomía de las personas”.
Dijo que el Ministerio de Salud “seguirá el caso particular de la profesional a través de las áreas relacionadas, con el objeto de asegurar los derechos tanto de las personas con capacidad de gestar como de los equipos de profesionales que intervienen para garantizar el cumplimiento de la ley en todo el país”.
La denuncia
El 5 de septiembre, la joven madre manifestó por escrito: «Quiero denunciar a la doctora Miranda Ruiz porque me mató a mi bebé. Yo quería abortar cuando fui al hospital Perón de Tartagal, pero cuando hablé con mi tío y mi tía, ya no quería hacerlo y más todavía cuando la vi a mi hija Angi. Ahí decidí no hacerlo».
«Yo le iba a poner de nombre Milagro a mi hija. Yo le dije a la doctora Miranda el día 24 agosto que quería continuar con el embarazo, pero no me hizo caso y me hizo abortar. Yo me arrepentí de hacerme el aborto y quería que mi hija esté viva», afirmó.
«Yo quería que mi hija Milagros esté con vida. Y cuando me quería ir, ella me obligó a quedarme en observación». «Cuando le dije esto” a la psicóloga del hospital, “me dijo ‘para qué armaste tanto alboroto’ y se fue y me dejó sola. Todos sabían que yo quería continuar con el embarazo. Se lo dije a todas las personas que estaban ahí. Hasta a mis amigos, mi tío y mi tía. Quiero que se haga Justicia”, concluyó en su denuncia la joven.
En los próximos días deberán declarar los testigos e involucrados en el caso.
Desde la Red Nacional de Acompañamiento a la Mujer con embarazo Vulnerable expresaron su “total repudio” y exigieron justicia, ya que se realizó un aborto “violando claramente la ley, sin importar los riesgo y el horror de descartar a un ser humano viable de 6 meses, al que incluso se le tomó su huella plantar antes de desecharlo en los residuos”.
Además, explicaron que se “puso en riesgo la vida de la joven por el avanzado estado gestacional en que se encontraba, lo cual fue previamente advertido por un médico, por lo que podemos observar que se procedió con total despreció hacia la vida humana”.
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