Después de seis año la ONU ha propiciado unas inútiles conversaciones entre el Gobierno marroquí y el Frente Polisario para intentar solucionar un problema que permanece abierto desde hace más de 40 años.
Desde que España abandonara el Sáhara, tras la firma del bochornoso Acuerdo Tripartito de Madrid el 14 de noviembre de 1975, el pueblo saharaui permanece abandona y oprimido por Marruecos, que hasta la fecha ha conseguido demorar sine die un referéndum que tendría que haber solucionado el problema hace muchos años.
Es curioso que el Sáhara no esté en la agenda de ninguno de los partidos españoles, y que los intereses de los que fueron compatriotas nuestros no estén defendidos por una clase política más atenta de rendir pleitesía al dictador marroquí, que en hacer justicia.
Según informa la agencia Efe, el ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, ha asegurado que su país no entrará a debatir sobre una posible consulta en los territorios ocupados durante las conversaciones retomadas con el Frente Polisario.
Aunque la delegación marroquí ha asegurado que participara en los encuentras propiciados por la ONU, sin embargo ha dejado que no negociará el referéndum, e igualmente cabe constatar que ha realizado ningún acercamiento a las posturas del Frente Polisario, por cuanto no a liberado a ninguno de los presos políticos.