— Dame Rachel de Souza es la Comisionada de la Infancia de Inglaterra. También es una de las muchas voces que advierten que la pornografía, que prevalece entre los niños, está provocando una tendencia grotesca y potencialmente mortal: asfixiarse durante las relaciones sexuales.  

“Nunca olvidaré a la niña que me contó sobre su primer beso con su novio, de 12 años, quien la estranguló”, dijo de Souza. “Lo había visto en pornografía y pensó que era normal”. No estaba equivocado. Un nuevo informe indica que “casi la mitad de todas las niñas de 16 a 21 años dicen que han tenido una pareja que espera que el sexo implique agresión física, como bofetadas y asfixia”. 

A medida que la pornografía se convierte en la principal fuente de educación sexual para casi todos los jóvenes, la agresión sexual está pasando de ser un comportamiento marginal a algo normalizado y esperado. En 2019, un informe en  The Atlantic advirtió sobre un fuerte aumento  en la práctica de asfixia durante los actos sexuales (como resultado, casi una cuarta parte de las mujeres estadounidenses adultas informaron que sintieron miedo durante la intimidad). Piense en eso: casi una cuarta parte de las mujeres estadounidenses sintieron miedo durante la intimidad debido a la asfixia inspirada en la pornografía.  

Una encuesta de seguimiento, publicada por The Insider , pintó una imagen aún más sombría: 

En una encuesta de 2021 realizada en una gran universidad pública de los EE. UU., una de cada tres mujeres  de entre 18 y 24 años que respondieron dijeron que la habían ahogado la última vez que tuvieron relaciones sexuales. El estudio fue dirigido por Debby Herbenick , profesora y directora del Centro para la Promoción de la Salud Sexual de la Universidad de Indiana. También en la encuesta, el 58 % de las estudiantes universitarias  dijeron que una pareja las había asfixiado antes, y casi el 65 % de ese grupo dijo que lo experimentaron durante su primer encuentro sexual o de besos.

Según Herbenick, la práctica se ha vuelto tan común que muchos miembros de la Generación Z ni siquiera la discuten.  

Parece que no es mejor en el Reino Unido. De hecho, la comediante Grace Campbell, famosa por su truco de “sexo positivo”, advierte al respecto en su gira más reciente. “Los hombres piensan que me gusta que me ahoguen”, le dijo a The Times . “Hubo muchas veces durante el sexo que alguien me estranguló sin preguntar y yo dije: ‘No, tengo miedo, no me gusta eso’. La realidad es que mis amigas y yo hemos estado en situaciones en las que nos preocupa que no se detengan”. 

Según The Times , Campbell habla de una práctica sexual que se ha vuelto normal para los menores de 34 años: “Ahora está muy extendida. Según una encuesta de la BBC a 2000 mujeres de entre 18 y 39 años, más de un tercio había experimentado bofetadas, asfixia, arcadas o escupitajos no deseados durante el sexo consentido. Cuando se le preguntó qué ha generalizado esta práctica, Campbell fue contundente: “Definitivamente es pornografía. Pero también me preocupa que haya una parte de los hombres que solo quiera estrangular a una mujer”. 

Así es como la BBC informó sobre esa historia en ese momento, en 2019 : 

De las mujeres que habían experimentado alguno de estos actos, queridos o no, el 20% dijo que las habían dejado molestas o asustadas. Anna, de 23 años, dice que ha experimentado actos de violencia no deseados durante el sexo consentido en tres ocasiones distintas, con diferentes hombres. Para ella, todo empezó con tirones de pelo y bofetadas. Entonces el hombre trató de poner sus manos alrededor de su cuello. 

“Me sorprendió”, dijo, “me sentí extremadamente incómoda e intimidada. Si alguien te abofetea o te ahorca en la calle, sería una agresión”. No fue hasta que Anna habló con sus amigas al respecto que se dio cuenta de lo común que era. “A partir de ese momento, casi todos los muchachos probarían al menos una, si no múltiples combinaciones, de estos actos”. En otra ocasión, dice que un hombre la estranguló durante el acto sexual, sin consentimiento ni advertencia. 

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Anna, quien se graduó de la universidad este año, también dice que tenía un compañero que la tocó con tanta fuerza que la dejó magullada y con dolor durante días. 

Un nuevo estudio publicado en julio de 2022 llegó a una conclusión sombría. “Entre los adultos de EE. UU., la asfixia sexual ahora es una parte normativa frecuente de la parte consensuada del sexo consensuado, con 1 de cada 3 mujeres universitarias siendo asfixiadas la última vez que tuvieron relaciones sexuales”, señalan los autores. “Dada su prevalencia y frecuencia, la asfixia sexual puede ser la forma más común de asfixia/estrangulamiento en los EE. UU. y afecta de manera desproporcionada a las mujeres”. El estudio concluye que “la asfixia sexual ahora es frecuente”. 

Llevo varios años escribiendo sobre esta tendencia. La pornografía está normalizando, romantizando e incorporando la agresión sexual. Las niñas son asfixiadas y estranguladas regularmente por hombres jóvenes que se excitan con esta violencia porque han sido condicionados por la pornografía. Y aún así, aceptamos que este veneno digital, que prepara a los hombres para ser depredadores y a las mujeres para ser presas, es una libertad que deberíamos permitir, incluso a expensas de toda una generación que crece con un sentido deformado de sí mismo, del sexo y del amor. 

Este artículo se publicó originalmente en inglés en LifeSiteNews

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